Si buscáis un sustituto a las patatas
fritas, aquí tenéis la mejor opción. Y es que la receta de hoy es una receta
muy sencilla, pero ya veréis que muy sabrosa y saludable.
Se trata de unos palitos crujientes de
berenjena. Sí, ya sé que no he descubierto nada nuevo, pero con esta versión
conseguiréis que sean aún más saludables, ya que en vez de estar fritos los
haremos en el horno, y gracias a la cerveza, conseguiremos que la berenjena no
absorba tanto aceite y quede súper jugosa por dentro.
Por si debo convenceros un poco más os
mencionaré algunas de las propiedades de la berenjena. Esta verdura posee
propiedades antioxidantes, por los flavonoides que se encuentran en su piel,
propiedades diuréticas, estimulando así la actividad renal y depurativas, al
poseer grandes cantidades de fibra.
Además la berenjena contiene vitamina A, B1, B2, C y E, y es muy rica en minerales como el potasio, calcio, magnesio, hierro y fósforo, además de algunos otros componentes como el ácido fólico, fibra y carbohidratos.
Además la berenjena contiene vitamina A, B1, B2, C y E, y es muy rica en minerales como el potasio, calcio, magnesio, hierro y fósforo, además de algunos otros componentes como el ácido fólico, fibra y carbohidratos.
Bueno ahora sí que creo que he conseguido
convenceros, así que a continuación tenéis la receta.
Ingredientes:
1 berenjena
1 lata de cerveza
4 cuch. harina de garbanzo
Sal, pimienta y aceite.
Miel para decorar.
Preparación:
En primer lugar trocearemos en palitos de
entre medio y un centímetro de grosor la berenjena. Salpimentaremos y los
dejaremos reposar en un recipiente con cerveza durante 20 minutos.
Éste es un buen momento para encender el
horno y que empiece a precalentar a 210 grados.
Una vez pasados los 20 minutos, sacaremos
los palitos y los dejamos escurrir sobre un paño de cocina limpio o papel
absorbente. Una vez estén secos los rebozaremos con la harina de garbanzos
procurando agitarlos un poco para quitar la harina sobrante.
Forraremos una bandeja de horno con papel
vegetal y untaremos con aceite en espray la superficie. Seguidamente dispondremos
los palitos en la bandeja y los rociarlos también por encima con el aceite.
Pondremos la bandeja en el horno a 210
grados y dejaremos los palitos que se cocinen durante aproximadamente 25
minutos. El objetivo es que queden bien crujientes por fuera pero jugosos por
dentro, así que incluso podéis probar a cocinarlas con el grill puesto.
Por último, podéis servirlos rociados con
un poquito de miel y veréis que delicia. ¡Espero que os gusten tanto como a mí!
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