Llevo
unas cuantas semanas que puedo ir regularmente al gimnasio y la verdad es que haciéndolo
así, pronto se ven resultados. Además esto se convierte en un vicio, ya que en
cuanto vas notando los progresos aún tienes más ganas de seguir yendo y mejorar.
No
hay que olvidar, eso sí, que en todo esto cumple un papel fundamental la
alimentación. Así que dos de los alimentos que considero imprescindibles en mi
dieta a la hora de hacer deporte son los plátanos y la avena.
El
plátano por ser una fruta rica en carbohidratos y fibra, la cual nos aportará energía
de forma paulatina durante el ejercicio. Además, en lo que se refiere a las
vitaminas, nos aporta vitaminas del grupo B1, que refuerza y regeneran el
tejido muscular, B2, que ayuda a proteger al hígado y regenera la sangre y B6,
ácido fólico; vitamina C, ideal para proteger al organismo de infecciones, algo
de vitamina E y vitamina A, que contribuye al crecimiento y al sistema
inmunitario.
En
cuanto a los minerales, destaca su contenido en potasio, el cual ayuda a
regular nuestro metabolismo y hace que se equilibren los niveles de agua, previniendo
los calambres musculares.
Por
todo ello se trata de un alimento sumamente beneficioso, ya que además de su
alto contenido en vitaminas y minerales, el plátano es una fruta suavemente laxante,
energética, remineralizante y un poco diurética.
Y
la avena, ya que es uno de los cereales más completos y saludables. Por cada
100g de avena se obtienen 350 calorías, 14 gramos de proteínas, 58 gramos de
hidratos de carbono y 10 gramos de fibra.
La
proteína permite reparar el tejido muscular, muchas veces dañado durante el
deporte y también permite que se cultive tejido nuevo, es decir, ganar masa
muscular. Además, después de haber quemado tantas calorías, el cuerpo también
necesita de carbohidratos para reponer sus reservas de energía.
Por
si no fuera bastante, la avena no sólo aporta al deportista la energía y
proteínas sino que también ayuda a mantener el peso, absorber la grasa,
disminuir la fatiga, evitar el agotamiento y obtener una importante dosis de
potasio en el cuerpo.
¿Convencidos?
Pues bien, aquí tenéis una manera de combinar ambos ingredientes. El resultado es
un bizcocho que me recuerda a los bizcochitos de fruta y fibra de All-bran, y al
que creo que solo le faltan algunas pasas, las cuales incorporaré la próxima
vez que lo haga.
BIZCOCHO SÚPER ENERGÉTICO PARA EL DESAYUNO (by Ceara's Kitchen)
Ingredientes:
1
cd. Semillas de lino (más 3 cds. de agua)
4 Plátanos
110
ml. Sirope de agave
60
ml. Aceite de coco
90
gr. Azúcar integral de caña
1
Cd. Vinagre de manzana o de arroz
1
cdt. Vainilla
1
cdt. Canela
½
cdt. Sal
1
½ cdt. Levadura en polvo
1
cdt. Bicarbonato
175
gr. Copos de avena integral
100
gr. Harina integral de espelta
Preparación:
Mezclar
las semillas con el agua y dejar a un lado para que la mezcla espese.
En
otro bol comenzaremos añadiendo los plátanos y chafándolos con la ayuda de un
tenedor. A continuación incorporaremos
el sirope, el aceite, el azúcar, la vainilla, el vinagre, la canela, la sal, la
levadura y por último, las semillas de lino, las cuales nos harán de huevo. Batiremos
bien con las varillas hasta que la mezcla quede homogénea.
Ya
por último añadiremos los ingredientes que nos faltan, es decir, los copos de
avena, la harina y el bicarbonato y removeremos para que se integren bien todos
los ingredientes.
Dejaremos
reposar la masa antes de ponerla en el molde durante 5 minutos. Pasado este
tiempo verteremos la mezcla en el molde o bandeja para horno previamente
engrasado, distribuimos uniformemente la mezcla y metemos en el horno previamente precalentado a 180 grados durante 45 minutos.
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